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Mario Freschinaldi:backupenviotrabajos@gmail.com
/EN AS: JVG 2022 Nuevas Tecnologías MATEMATICAS TV (nombre y apellido)
Conservar el material en un mundo digital es más complejo de lo que a primera vista pueda parecer
Una
cantidad creciente de la vida de las personas se desarrolla en la red y
se guarda en enormes centros de datos como este de Google.Google
José H. Canós Conservar el material digital es más complejo de lo que a primera
vista pueda parecer. A la temprana caducidad de los medios de
almacenamiento se suma la caducidad de las tecnologías empleadas para
codificar la información digital, creando un caos organizativo que
desborda tanto a los usuarios de a pie como a los responsables de las
instituciones que gestionan grandes volúmenes de contenido digital.
Cuando era un niño, recuerdo las tardes en las que visitábamos a mis
abuelos, y estos sacaban unas cajas metálicas repletas de fotografías en
los más diversos formatos y tamaños, en las que aparecíamos sus nietos,
sus hijos, ellos mismos, sus padres y, en algunas de ellas, incluso
algún abuelo. Algunas fotografías se obtuvieron décadas atrás, y otras
eran bastante más recientes, pero en todas ellas encontrábamos un
encanto especial. Estoy seguro de que esa experiencia ha sido compartida
por algunos de los lectores, y, en cierto modo, a todos nos gustaría
que nuestros nietos, en el futuro, pudiesen vivir experiencias
similares. Sin embargo, no lo tendrán tan fácil, a no ser que tomemos
ciertas medidas desde ahora mismo.
Hoy en día, una inmensa mayoría de fotografías son tomadas con
dispositivos digitales. Entre otros detalles, eso significa que la
película fotográfica (que puede perdurar, conservada sin demasiados
cuidados, hasta décadas) ha sido reemplazada por la codificación de las
imágenes en distintos formatos y su almacenamiento en archivos
digitales. ¿Cómo será, pues, la caja metálica que en el futuro legaremos a nuestros nietos? Pues sin duda será un dispositivo de almacenamiento digital que deberemos reproducir con la ayuda de algún lector específico. Pero no es tan sencillo.
1. La vida media de los soportes digitales es muy corta, si la
comparamos con los medios tradicionales como el papel o la película
fotográfica. Si tiene usted más de diez años de experiencia en el uso de
ordenadores en el ámbito personal o laboral, es seguro que habrá
intentado alguna vez leer contenido de un disquete o un CD, fracasando
debido a que el medio de almacenamiento estaba deteriorado.
2. Incluso suponiendo que el medio estuviese en buen estado, ¿tiene
su ordenador un lector de ese tipo de soporte? Probablemente ya no.
3. La vida media de los formatos digitales es igualmente breve. Si
usted tiene veinte o más años de experiencia, es muy probable que haya
trabajado en los años 90 con procesadores de texto que han dejado de
existir y que, por mucho que usted conserve los documentos en un medio
no deteriorado, y tenga el lector adecuado, no tenga a su disposición el
programa de procesamiento de texto con el que los creó. O, si lo tiene,
dicho programa no se puede ejecutar en los ordenadores modernos puesto
que sus sistemas operativos no son compatibles.
Como ven, nuestros nietos no lo tienen nada fácil. La conservación a
largo plazo de la información digital se está intentando garantizar en
tres líneas fundamentales:
- Conservación del medio: tener siempre la información en un medio en
buen estado y para el que se disponga de los mecanismos de lectura
adecuados. Eso requiere una política de refresco de la información de
medios antiguos a medios modernos cuando un cambio tecnológico se ve
imparable (por ejemplo, cuando se abandonó el soporte magnético para dar
paso a los discos compactos).
Es importante tener siempre la información en un
medio en buen estado y para el que se disponga de los mecanismos de
lectura adecuados, lo que requiere refrescar la información de medios
antiguos a medios modernos cuando un cambio tecnológico se ve imparable
- Conservación de la tecnología: disponer del software
necesario para leer el contenido de los medios de almacenamiento para
poder reproducir adecuadamente el contenido digital. En general, la
solución más segura para estos casos es proporcionar el entorno hardware/software en el que se creó el documento; si no se dispone del hardware adecuado, el uso de emuladores es una solución más que aceptable.
- Conservación intelectual: en ocasiones, al abrir un documento
antiguo con un software moderno nos hemos encontrado con la sorpresa de
que algunas cosas no están como en el original (por ejemplo, el tipo de
letra ha cambiado debido a los cambios del sistema operativo). En muchos
casos es aceptable, pero en otros no lo es tanto. La solución a este
problema es bastante más compleja. En la actualidad, la utilización de
formatos específicos como PDF para textos, y otros para otro tipo de
información, garantizan la uniformidad, pero no se sabe hasta cuándo.
Por todo ello, les recomendamos que, si quieren dejar tras de ustedes
un legado digital, tengan en cuenta los riesgos que hemos mencionado y
tengan la disciplina y anticipación suficientes para que, realmente, un
día no tengan que lamentar que su “caja metálica” no puede abrirse.
José H. Canós es Profesor Titular en la Universitat Politècnica de València.
Crónicas del Intangiblees un
espacio de divulgación sobre las ciencias de la computación, coordinado
por la sociedad académica SISTEDES (Sociedad de Ingeniería de Software y
de Tecnologías de Desarrollo de Software). El intangible es la parte no
material de los sistemas informáticos (es decir, elsoftware), y
aquí se relatan su historia y su devenir. Los autores son profesores de
las universidades españolas, coordinados por Ricardo Peña Marí
(catedrático de la Universidad Complutense de Madrid) y Macario Polo
Usaola (profesor titular de la Universidad de Castilla-La Mancha)